miércoles, 18 de enero de 2012

Noches en vela

Esta es una de esas noches en la que por más que lo busques y lo necesites el sueño no viene a ti... Tus ojos están cansados, tu vista deteriorada por las horas, todo tu cuerpo te duele y no hace más que crujir como señal de protesta, como un viejo árbol seco, pero tu mente no... Tu mente no quiere acostarse en esa blanda cama para caer en un profundo sueño reponedor. Se encuentra en un momento de inspiración y se niega a ceder al cansancio y a la llamada de las sabanas que te seducen.

Intentas convencerte en vano de que en cuanto te eches en la cama el cansancio podrá con toda esa excitación y no tardarás en dormirte, pero como es obvio te equivocas... ¡Mil y un pensamientos inundan tu mente ahora! Sin ningún origen ni dirección fija, solo pensamientos esporádicos que llegan para explotar en tu cara y dejar sitio para otro impacto.


Tal vez esto que escribo sean delirios de una mente alterada por los recuerdos y sensaciones que una vez me parecieron tan hermosas y cálidas que jamás creí que terminarían... Sin embargo, el calor se extinguió como la llama de un mechero... en la fría oscuridad busque alguna luz que me guiara, pero lo único que encontré fueron rocas puntiagudas y pringosas que me herían y me hacían caer... Caída a caída me iba levantando, no iba a rendirme, no para morir allí dentro...


Finalmente encontré una rendija que me llevaría al exterior, con dificultad, magullada y con múltiples arañazos, conseguí salir entera... O al menos la gran parte de mi. Pues hasta entonces no me había dado cuenta, no había podido mirarme a mi misma, de que en el último esfuerzo una parte de mi pecho había sido rajado y ahí donde tendría que estar mi corazón había un hueco vacío... Extraordinariamente seguía en pie y yo no iba a ser la que decidiera cuestionar esta excepción a las leyes lógicas del universo. Y sin poder darle importancia marché de aquel fatídico lugar, ya no me quedaba nada allí que salvar.


¿Mi corazón? Ya no me importaba, no había sentimiento alguno que surgiera de mi... En un ultimo hilo de esperanza desee que poco a poco me volviera a crecer, y si no... bueno...ya no me importaba.

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